Proceso de compra de una vivienda, de principio a fin

Esta semana queremos contarte el proceso de compra de una vivienda que ha experimentado un cliente recientemente, al que aprovechamos para darle las gracias por compartir su experiencia.

La compra de una vivienda es uno de los pasos más importantes que damos a lo largo de nuestra vida. Está lleno de ilusiones, decepciones e infinidad de sentimientos contradictorios, siempre dependiendo del punto en el que nos encontremos dentro de este proceso.

Compartir la experiencia

He comprado un piso recientemente y quiero compartir mi experiencia, y lo hago gracias a este soporte que me ofrece Pisomap y más concretamente José Julio.

Hay infinidad de motivos que nos empujan a comenzar la búsqueda de una vivienda con el fin de comprarla: traslado, independizarse, inversión, problemas de espacio (por falta o por exceso)… pero todos, normalmente, siguen un patrón de maduración que, hasta encontrar nuestra vivienda puede convertirse en una auténtica odisea.

Comienza la búsqueda. Portales inmobiliarios

Tras sentir esa necesidad de adquirir una vivienda, comencé casi por inercia a tantear el mercado de la forma más rápida y sencilla, accediendo a los portales inmobiliarios de referencia, Idealista, Pisos.com, Fotocasa… En este primer contacto los precios no te parecen caros, al contrario tras la crisis parece que la vivienda está por los suelos. Observé que abundaba la vivienda de segunda mano y que por lo general estaba bastante deteriorada. Comienzas a ver posibles opciones, el listón lo ponemos muy arriba, 4 dormitorios, garaje incluido, evito reformas y como no, en pleno centro, aunque tampoco me parecía mala opción, algunas casas que estaban casi nuevas ¿160.000 euros? Por qué no, sería cuestión de financiarlo y pagarlo poco a poco.

Primer contacto con alguna propiedad

Integré casi por hobby en mi día a día el vistazo a los portales, tras revisar redes sociales miraba qué había a la venta hoy. Ya conocía de memoria qué había en el mercado. El segundo paso fue contactar con algunas de estas propiedades y visitarlas en persona, más por curiosidad que por verdadera intención de compra. Todas tienen pegas aunque empiezas a ver alguna que de verdad te gusta, comienzas a ilusionarte con la compra y llegamos al tercer paso. ¿Qué hago y cómo lo hago para comprar esa vivienda?

Asesoramiento especializado

Como la mayoría de compradores, no disponía del dinero para comprar la vivienda y pregunté a un familiar, empleado de banca, y me puso al día de lo necesario para comprar y también me puso los pies en la tierra, el batacazo fue tremendo. Estaba mirando viviendas por encima de mis posibilidades. Tras una incómoda charla en la que me explicaron: impuestos, tasaciones, registro, notaría, ratios de endeudamiento, arras, contratos… obtuve una gran dosis de realidad. No contaba con tantos obstáculos y lo más importante, no podía comprar el piso que había visto.

La búsqueda de lo imposible

Tras conocer hasta donde llegaba económicamente, mi siguiente paso fue intentar buscar el chollo del siglo y barajar nuevas opciones como el alquiler con opción a compra. Y de nuevo la realidad hizo de las suyas. No encontré duros a cuatro pesetas, y en cuanto al alquiler con opción a compra entendí que es muy difícil localizarlo, puesto que los propietarios no fijan un precio de mercado actual, sino que marcan un precio mucho más alto puesto que lo van cobrar varios años después, incluso algún propietario me dijo: “que para financiar ya están los bancos…”

Búsqueda sensata

Comencé una nueva etapa, la búsqueda de vivienda en función de mis posibilidades económicas. Pronto me di cuenta que tenía que renunciar a alguna de las características que buscaba en la vivienda que estaba viendo al comenzar mi búsqueda. El precio puede variar en función de: la superficie, la ubicación y el estado de una vivienda, depende de las prioridades de cada uno. Había posibilidad de comprar un piso de más de 100 metros en zona centro, pero había que reformarlo. Comprar una casa más grande en una zona más alejada de la que deseaba, para entrar a vivir. Y al final, por la que me decanté fue por comprar algo en zona centro. Se dice, que con que encontremos alguna opción que se acerque al 70% de lo que buscamos, ya es una buena opción para tener en cuenta.

Esta es mi vivienda

Realicé muy pocas visitas a viviendas tras conocer mis limitaciones, pero lo que estaba viendo tenía altas posibilidades de ser para mí. No tardé en encontrar algo que se ajustaba bastante a lo que tenía que buscar. Cuando lo vi sentí que podía ser una buena opción, pero por supuesto no era perfecto.

Con la experiencia que ya iba acumulando, me parecía algo pequeño pero empecé a verme viviendo allí y vi que podía adaptar mis necesidades a lo que este piso ofrecía. Tras comentarlo con la familia, decidí que iba a intentar comprarlo.

Compra

Pasé una oferta por la vivienda (que no aceptaron) con la ayuda del agente inmobiliario, aunque el descuento no era tan importante, sabía que estaba en precio de mercado y que sin ser una ganga, era mi oportunidad porque no existían más opciones como esta en la zona, y no quería que se escapase. Tras rechazar mi primera oferta, acordamos pagar la cantidad que pedían y reservé la vivienda con una señal y un contrato de arras. Ya estaba cerca.

Soy propietario

La búsqueda de financiación fue mucho más sencilla, ahora estaba comprando algo que estaba a mí alcance y fue poco más que un trámite, aunque algo engorroso. En cuanto al papeleo la agencia se encargó de todo y en muy poco tiempo me vi en notaría firmando las escrituras y entonces llego la dulce sensación de sentir que tenía un hogar propio; aunque con algunos años por delante para pagar la hipoteca. Ahora solo queda amueblarlo, pero esa batalla ya la contaré en otra ocasión.

Espero que mi experiencia os ayude a dar estos pasos con mayor comodidad, y que os sirva para evitar los errores comunes.